Mediante un proceso de divinidad, algunas niñas son escogidas para formar parte de las Hermanas del Velo, una orden que considera el asesinato una parte sagrada del orden natural. Las Hermanas del Velo identifican a sus objetivos mediante la meditación y las aseveraciones de los oráculos. No aceptan ningún contrato y nunca parecen perseguir objetivos por razones políticas o mercenarias. Sus asesinatos no guardan relación con ninguna agenda reconocible y pueden parecer totalmente aleatorios: Una figura poderosa no tiene más posibilidades de ser eliminada que un campesino o un pocero. Sean cuales sean sus motivos, sólo ellas los conocen. Tratan a sus víctimas como sacrificios, y morir en sus manos se considera un honor. Crecen sin ninguna identidad excepto la de su orden, cualquier Phantom Assassin puede tomar el lugar de otra; su número es desconocido. Tal vez son muchas, tal vez muy pocas. No se sabe qué se oculta bajo su fantasmagórico velo. Excepto que esta, de vez en cuando, s...